Que feliz corazón el saberte dichoso
despierta la alborada, y los sueños hermosos,
en frescas ilusiones que iluminen tu vida
a fondo se como era apagada, sombría.
Que placer encontrarte esta tarde soleada
en el mismo camino que para mí cruzaras
Y sentir esa vibra que te nace del alma
que feliz te contemplo en la nueva esperanza.
Mereces la verdad, esa paz anhelada,
la calidez de un beso que estremezca tu alma
Yo sé de soledad, y por eso esta calma
que me inunda al saber que amas y te aman.
Atardecer de gracias en la sonrisa franca,
amante resplandor que orienta en la distancia
testigo de los versos, intensas remembranzas
cuanto bien me entregó tu oportuna llegada.
Te presiento optimista y de nuevo a la carga,
mágico es el amor, que renace y avanza
por jardines floridos, con aromas y ansias
luz del sol se abre paso, ilumina tu casa.
Corresponde con fé a la nueva llamada
porque el tiempo nos cobra cada estación pasada
se va la primavera, el verano se apaga
el otoño acrecienta carencias, el invierno devasta.
Se feliz corazón, en verdad duradera,
se ilumine el ocaso con millones de estrellas
y que estés donde estés la dicha sea a tu vera
se feliz buen amigo, pues la vida no espera.
En el fondo del alma sepulté las promesas
Y reescribí el libreto para nuestra novela
los mejores momentos, la estampida de penas
el canto de la sangre derrumbando barreras.
Hoy desde mi jardín disfruto tus poemas
saboreando el mensaje guardado en cada letra
dueño de personajes, hacedor de quimeras
señor del dulce verbo, deleite en cada pieza.