Soy esa sombra casi anciana
que a todas horas espera
la lluvia de los amargos llantos
cuando las nubes se enfrentan.
Soy la que cuenta las estrellas
acariciando con mis manos esta esfera
en un invierno opaco o desbordante
carente de ocasos y primaveras.
Soy, el viento que se esconde entre tus brazos
cabalgando en el amor, ya, tan pequeña,
Y aire cálido que me invita a mirar
Todas las lunas de lunas llenas…
Y soy la voz de lo que amo cuando siento
el grito grís, silencioso de las guerras
Y con coraje y fe voy por el interior
Aunque levante montañas y piedras.
Soy nada que toca la vida con una sonrisa
con el empeño de alguna respuesta
y con la fuerza y pasión del mar
Yo escribo poemas a los poetas…
Antonia Ceada Acevedo