PRESENTIMIENTO.
Asaltó mi mente sutil presentimiento,
cuál pregón de Estío a Otoño desnudado,
añoranza por un amor no recordado,
que satura el alma cual ráfaga de viento.
Y pensé en ti entre corazón y sentimiento,
llenándome de melancolía someramente,
sin embargo fue tan grandioso el contento,
de perpetuarte en mis adentros eternamente.
Magna emancipación que me procuras,
de mis penas, sinsabores y amarguras;
No temo las noches por negras u oscuras,
si entre sus penumbras tengo tus ternuras.
Bendito sea el amor ausente,
que aun por ausente es amor,
así también bendice la flor,
al vendaval fresco y clemente.
Así mismo el sol naciente,
al alba clara y temprana,
que se yergue al oriente,
despertando la mañana.
Tu pensamiento llegó a mi mente,
cual arroyo que anega su cañada,
incólume, austero y persistente…
Aún sin pensarte, no eres olvidada.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Enero 11 del 2020.