Y te pienso en mis días y mis noches
dónde tu rostro encantador embelesa
así como tú sonrisa enamora.
Te pienso cuál niño esperando Nochebuena
esperanzado por los regalos prometidos
y de regalo me llevo el brillo de tus ojos.
Te pienso en los días buenos y los malos
dónde en unos te cuento mis hazañas y glorias
pero en otros buscan tu palabra de aliento.
Te pienso y susurro tu nombre al viento
complice de mis alegrías y mis desencantos
y en secreto le platico sobre la mujer soñada.
Te pienso y te sueño, me aferró a tu recuerdo
e intento no soltarlo por un segundo
esperando volver a sentir el perfume de tu encuentro.