En las envejecidas tardes
Cuando el sol avergonzado se esconde
Y el viento empuja las hojas secas
Olvídame en los arrebatos del ocaso.
Cuando sientas que el frío te arropa
Y sus gélidos brazos te acarician
En la soledad que te envuelve
Olvídame y volverá la realidad
Porque tuve la osadía de amarte
De soñar contigo sin tu permiso
De hablarte en mis sueños
Olvida los arrebatos de mi locura
No tengo derecho a soñar contigo
No debo ni siquiera pensar en ti
Soy un tonto y extraviado orate
En las arrugas de la inconsciencia.
Perdido en mi irracional mundo
Empujado por mis indómitos anhelos
Te amo envuelto en mis temores
Olvídame, en verdad yo no existo.
Lima, 13 de enero del 2020