Eres la dama
que viene a visitarme...
entre pálidas estrellas
ocultas tus desdichas,
un rayo misterioso...
se encela entre las sombras,
entre lánguidos placeres...
se acuna el mediodía.
Eres la rosa...
que muere a su cuidado,
te me anudas
engalanada...
desatada a la selva,
desnudada de sus dudas.