Como quitando un tornillo de la nada,
camina embarazada la vergüenza,
que curioso trajecito,
¿que será lo que lleva en la cara?
Las estrellas de colores
son las luces de este burdel de almas,
el semen de la noche
procrea las peores miradas.
Si el viento no soplase en contra
quizá la luna
impactaría de lleno
la cara de la inconciencia.
Y la dilatación de las sombras
y los ecos del rocío,
y los besos, el humo,
el destierro empedernido.
Del cielo, una gota
impacta el camino...
del suelo, el vapor
se cuela por los sentidos.