Per seguire virtude e conoscenza
Dante
He llegado muy lejos
en mis viajes y andanzas
durante tanto tiempo
siempre con la intención
de repatriar un día.
No me aborrezcáis,
no fue por esnobismo:
solo quería explorar
el mundo conocido
y el mundo que ignorábamos,
y regresar cargado
de experiencia y saber.
Pero el tiempo ha pasado,
se demoró mi viaje
por el inmenso mundo,
muchísimo más grande
de lo que imaginaba,
se demoró muy mucho,
mucho más de lo que
parecía razonable,
y cuando en fin he vuelto,
todo lo que he aprendido
ya no puede servir,
no sirve para nada.
A la vuelta he encontrado
en mi tierra, en mi casa,
otros hombres, distintos
a los que había dejado.
Después de tanto años,
casi no los entiendo
y casi no me entienden
como si de hecho habláramos
dos lenguas diferentes.
Lo que he descubierto,
y lo que he aprendido
en mis viajes, lo he
descubierto y aprendido
con los ojos y oídos
que tenía en ese entonces
y es inútil y viejo
para los hombres de hoy:
no quieren ni enterarse
ni percatarse de ello.
Fue solo una ilusión
mi loco vuelo en pos
de virtud y conocimiento.
Virtud y conocimiento
ya no son los de cuando
me fui de mi casa
en busca de aventuras.
Viejo y cansado, vuelvo
e incapaz de decir
una sola palabra
ni siquiera a mis viejos
amigos, a los pocos
que han quedado y que ya
me miran como a un loco
que se sigue vistiendo
con la ropa que usaban
nuestros viejos abuelos
y habla como ellos
recordando las guerras
y las viejas empresas
de los héroes de los mitos
que los poetas cantan
para pasar el rato
después de cena, cuando
afuera el viento sopla
sobre el mar embravecido
de los largos inviernos.