BELLA DOMINICANA
En una linda mañana de invierno
a la caída de los copos de nieves,
buscaba una estrella en el universo
que me dieran las letras de un verso.
Pero al mirar a través de la ventana
vi pasar una hermosa dominicana,
con su cuerpo galardonó mi sendero
y me hizo escribir con esmero.
Tembló mi sublime pluma,
no sabía qué hacer en el momento
mis ojos se nublaron como espuma
y no pude expresar mi sentimiento.
Pero ella se acercó a mí
y me miró con mucho sentimiento,
me dijo Dios me puso frente a ti
y seré tuya aunque se nuble el firmamento.
Nuestros cuerpos se mezclaron con fervor
como se unen el polen y la flor,
los dos gritamos con clamor,
mientras hacíamos el amor.
Rafael Rodríguez
28/03/1998
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