Hoy mi tristeza envuelvo en un papel
y la arrojó al cesto de mis recuerdos
preparo la tinta de mi memoria
y me dispongo a extrañarte, una vez más.
Tiembla mi pulso al rememorar tu silueta
línea tras línea estampó mi sentir
los momentos se suceden y triste te añoro,
espinas que rompen mi ánimo ya endeble.
Pero escribo versos que tal vez no leerás,
disimulo mi querella para no desfallecer,
y te veo en la sombra de mis lamentos,
esos lamentos que devoró en silencio.
La noche me invita siempre a olvidarte
necio no reparo en buscarte en mi locura,
ya que me mantiene vivo tu recuerdo
pero... muero al no sentirte mía.