Flor bella,
de alma inversa al espejo,
envuelta en sayo de incertidumbre.
Aparejo de estrellas enlazadas;
Me acercas tu luz a oleadas,
como tus sombras convierten mi acero,
según me nombras,
en herrumbre.
Nebuloso reflejo que me hace vivo
con aroma imaginario de amapolas.
Flor coronada de negra corola,
terciopelo de sentimientos;
Te digo, a los cuatro vientos,!
…y no callo!
Tu semilla, flor, de suerte me hundes
aun sin espinas en el tallo,
y según me nombras, a palabras matas
o con silencios
me confundes.