Es bien sabido, que la belleza
es exclusiva potestad
de quien la observa,
de quien la siente…
Por eso, está belleza tuya
es solo mía y por hacer valer
la contradicción, te diría,
que tan solo eres bella cuando
yo te miro, cuando yo te toco…
Que, si pudieras verte con mis ojos,
también tú, estarías enamorada.
Que, si pudieras sentirte con mis manos,
probablemente, tampoco sabrías
cuando parar de acariciar tu cuerpo…