Cómo si a veces me rozará la poesía y al querer atraparla. Siento que se me escapa;
Me envuelve el silencio.
Araña el viento triste, de la despedida
De un adíos para siempre, un marchar sin retorno.
Se escapa la alegría, sin consuelo, ni risa. Lloran las luces y las sombras.
Nos aprieta y ahoga la soledad