Tus manos color de espuma,
¡suaves como el fresco viento!
en mi niña tu reflejo abruma,
y en ellas tu calidez siento.
Tus manos son delicadas,
¡expresión de tus sentimientos!
obra de Dios acabadas,
para que extendidas den mucho aliento.
Tus manos con dócil piel,
¡y hábiles como el águila al volar!
dejan un sabor a dulce miel,
cuando las dejas tocar.
Tus manos son muy finas,
¡olorosas como flor del campo!,
con detalles de princesa divina,
que enamora con sus encantos.