Tú, mi inspiración.
La primera vez que te vi,
empecé a creer en los ángeles,
lo más bello que conocí.
Sólo pasabas por mi lado,
ya me sentía bendecido
y me sentía enamorado.
Siempre detenía la clase,
sólo para verte pasar
y que tu presencia inspirase
esa necesaria energía
que me reanime a estudiar,
llenas mi día de alegría.
Y así pasaron muchos meses,
hallé una excusa para hablarte,
pero lo pensé varias veces,
tenía miedo, soy sincero,
mi gran temor era perderte,
yo no soy un aventurero.
Y llegó el día planeado,
los dos estábamos nerviosos,
ya mucho te había anhelado;
descubrí tu bella sonrisa,
vi dentro de ti un paraíso,
quería besarte deprisa,
pero mis ansias se calmaron,
cuando reías muy nerviosa
y mis labios te aclamaron.
Tu sonrisa es un bello poema
que este poeta va a declamar,
tu nombre un hermoso fonema
que repito todos los días,
en mis sueños y mi inconsciente,
creando bellas melodías,
que se calman sólo con verte,
esperar un día más duele,
en tus brazos debo quererte.
Fher
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