José Luis Barrientos León

Niño Huérfano

 

Estoy mirando sueños aturdidos en las manos del hombre

Sueños de poblaciones huérfanas, de niños abandonados

Estoy descubriendo huesos abandonados, sin médula en las manos del hombre

Huesos de habitantes sin alma, sin origen, de niños sin recuerdos

 

Niños sin abrigo, con su corazón en la mano, con el vientre vacío

A donde les llevarán sus pasos, con su andar sin esperanza

A donde les zurcirán  el alma, si su vida ya no tiene llanto

Si sus ojos   ya no miran, si las flores se han secado

 

A través de su vidriera, la lluvia no tiene gotas, son aguijones perversos que desgarran

La humedad es tan solo un soplo, el diluvio es una espada que desangra,

Quién abrigará a esos niños, quien les dará nombre, esperanza.

Quién les devolverá los sueños, quien les arrulla el alma

 

Entre los sonidos de sus huesos, el niño busca un beso

Alguien que escuche el eco de su respirar, del sollozo sin recuerdos

Aun con sus ojos muertos, el niño busca el cielo, un arcoíris, un consuelo

Alguien con las manos llenas, un Dios sin un madero

 

Entre cigarras y jilgueros, el niño alza vuelo

Nadie extendió su mano, el Dios no bajó del madero

Entre soledades y agujeros, el niño se venció primero

Quien desgarrara su atuendo, quién llevará este muerto