Me acechan las torcazas
cuando la desesperanza
es un bordado a mi sombra
me acechan por la calle
me acechan en el patio
me persiguen como la luna
lo hace; con el espectador nocturno
Yo las veo como conjuros
ofrendas de Dioses para los mortales
y bebo de sus ritos
escudriño por sus alas
(Sin palparlas siquiera)
y cuando menos acuerdo
la desesesperanza se ha esfumado.