Déjala,
no interrumpas su hilvanar
ella teje sus sueños
ella puede perderse en el algodón tibio,
consuelo de sus inviernos
Tu déjala hacer su rutina,
trenzando,
desanudando
y no toques a su puerta...
Ella escribe su propia historia
y no es autocomplacencia
Ella halló un refugio
donde priman los silencios
que narran tantas historias
entre pecho y espalda
Tejedora absorta
comienza y regresa,
vuelve al principio,
busca respuestas,
pregunta al telar,
tuerce rutinas,
rutinas sin nombres,
herida y salvada,
salvada como la noche
habitando un verso
dibujando un lienzo
Tejedora, regálate unos brazos
abrígate con aquel te quiero
el prometido, el naufragado
teje, no en blanco, no en negro
a pesar de la luna,
sin importar los decenios
te quedan arcoirís en tus dedos...
La Habana, Cuba 🇨🇺
16-01-2020
Isis Marilys Alvarez Silva.