EN EL VERSO SE ACUCLILLA
En la senda prodigiosa,
donde se afina el saber,
la inteligencia camina
y en sus pasos determina,
su condición poderosa.
Silencios entre los gritos,
como mudos alaridos.
Inapreciables gemidos,
que en el interior subyacen.
Baldías las decisiones,
que van mermando el sentido
Generosas emociones,
perdidas entre suspiros.
En las palabras renacen,
los rencores escondidos
y quedan en el olvido,
inteligencia y coraje.
Se desnudan las verdades,
en las heridas que nacen
por olvidar lo vivido
y las vidas se deshacen,
entre silencios y gritos.
Mágicos son los amores,
que de puntillas se acercan
o irrumpen como tormentas.
Amorosas sensaciones,
que la razón atraviesan.
Como venablos penetran,
en las fibras y en la venas
y las nostalgias condenan.
Estrellas que van muriendo
y en la luz naciendo brillan,
nuevas estrellas que guían,
a perdidos marineros.
La vida nace y claudica
y nuevas vidas emergen,
entre perfumes y espinas.
En los diminutos cuerpos,
crece la sabiduría.
En la senda prodigiosa,
en adornadas marmitas,
las verdades se cocinan.
De delicados sabores,
de paladares que gritan.
De los amores que llegan
y de los que no germinan.
En la senda prodigiosa,
todo comienza y termina.
Amor que venciendo al tiempo,
en el verso se acuclilla.
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16/01/2020