NÚCLEO, CENTRO Y CORAZÓN
En el corazón del mundo,
late febril la existencia.
Vivencias en las entrañas,
de la generosa Tierra.
Un corcel que se desboca,
aseteado por la saña,
en alas del inframundo,
de terroríficas fieras.
Al viento corta el velero,
que atraviesa la tormenta.
Con la fuerza de sus velas,
rompe a la mar que lo frena.
Procelosa su andadura,
que altera su singladura,
para llega a la meta.
Avista tierra segura,
en los ojos del vigía.
En el núcleo la conciencia,
de la generosa ofrenda,
del valor que la respeta.
Cada suspiro se acerca,
con la mirada extendida,
para sembrar la cosecha,
de sus preciadas semillas.
Las sensaciones fructíferas,
pletóricas de justicia.
Una eterna maravilla,
que en la tierra se refleja.
Posándose en la mirada,
de los ojos que la preñan.
En las manos la paciencia,
que del valor se alimenta.
Rozando la pesadilla,
vive y renace la idea.
En el rostro la verdad,
que en los gestos vive y medra.
Rictus que translucen penas
o la alegría reflejan,
anidando en sus expresión.
Una sutil emoción,
que atraviesa la corteza.
Una fría sensación,
en la desvaída careta.
En el centro el corazón,
al albur de su latido.
Libre al pensamiento unido,
para alcanzar la razón.
En las miradas los brillos,
de la esencia del amor.
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17/01/2020