Musitando mi corazón está,
dice que me resigne y te
deje partir a la
búsqueda de tu felicidad.
Yo trato de calmar
su desesperación,
pero el intento es vano y quiere
arrancarse a llorar.
Es irreversible, me dice,
yo trato de consolarlo, pero
es inútil.
La falta de querer a una
persona me está perjudicando
y va consumiendo mis
días varios.