Extraño tu presencia
Tu aroma
Tus ojos, tus cejas
La majestad de tu cuello
Y la de tus hombros
Extraño tus palabras
acentuadas por tus manos
que cantan de ternura
sin saberlo
Extraño tu forma de caminar
Y el sonido de tu risa
Que cantan de sol,
de cerros, de brisa
Extraño mirarte cuando duermes
Mujer, madre, niña
Y descubrir cada vez
El misterio de tu vida
Pero hay algo que no extraño
Amor de mi vida
Tu ser
Tu belleza
Tu alma
Porque están siempre aquí
En la mía