Geranios cuelgan ufanos
en los patios sevillanos.
Rosados, blancos y rojos
embelesan nuestros ojos,
satisfacen los antojos,
queda el corazón de hinojos.
Planta que belleza acuna
con la fineza montuna.
Son símbolos de gitanos
que disfrutan sus manojos
bajo el manto de la luna.