Nadia ALMAZÁN - OFICIAL

He comenzado a quererte, es verdad.

Comencé a hablar sobre ti,

a escribir

de tu sonrisa desaliñada

de tu diente manchado

y el escondite de tu frente detrás de tus rizos

 

Los rizos donde he caído

como un tobogán

como una resbaladilla sin fin

 

Viajar en el espiral castaño

para convertirme en nómada

de tu cuerpo

y volverme ermitaña

a razón de querer hospedarme

en tu ombligo saltado

 

Azúcar morena

que se disuelve en mí

cuando me conviertes

en la cascada más agitada

 

Desdibujar tus lunares,

taparlos con mis yemas,

como cuencas.

Besarte los ojos que son río

cuando te digo que tengo que partir.

Aunque no quiera irme.

 

Llueves tras tus dudas,

y me desnudas cuando me pides

que te hable de mis inseguridades.

No las entiendes,

pero las conoces.

¿qué mayor intimidad hay en ello?

Si te digo que cuando te quiero,

también tengo miedo...

 

Me aplastas de besos

y aunque me fastidia tu amor de niño desconsolado

no quiero que te despegues de mis mejillas frías

y continúes la historia

de la última vez que viste a tu madre.

 

Tus atroces luciérnagas encendidas color ocre

enredadas de ternura, que me hacen decir:

Yo te quiero.

A ti.

Yo

te quiero.

 

Tus ojos son río cuando sonrío

la carcajada ahogada del día

el beso que quedó atrapado en la sonrisa

encarcelado en mis dientes amarillos

impidiendo su salida, para no dejarte ir.