La ilusión es la planta que nace
en praderas floridas del alma,
en sus ramas le nacen las flores,
de verde esperanza.
Cada ensueño que vuela es un ave
que a los cielos remonta sus alas,
esperando encontrar a las nubes,
de amor empapadas.
Los encantos de cada quimera
se parecen a lunas de plata,
que se prenden radiantes al pecho,
igual que guirnaldas.
Al llegar de la aurora sus rayos
que penetran fulgentes la estancia,
me semejan corolas de rosas,
en sedas bordadas.
El suspiro que vierte el amante
por su amada que tanto la extraña,
es la rima, que tierna y serena,
su anhelo le canta.
Los matices que tiene la vida
del color del amor se desgranan,
ya que trae sus vívidos tonos,
con auras doradas.
Es por eso que siempre que brillan
las estrellas, con luces muy claras,
en mi mente dibujó al momento,
tu tierna mirada.
Autor: Aníbal Rodríguez.