hostil belleza de las clemátides
así cabalgan las sienes
sobre el álamo negro
bajo el signo de la sal
reverbera estoico el boj
mimosa invernal
que sabe a lúpulo
sentenciando al abandono
la anémona más humana
el cuerpo aterido de belladona
silencio borroso de la dalia encarnada
fiel a la lumbre cegadora
de los claveles blancos
hundiéndose en el piélago traidor
del arándano
inclemencias del eterno beleño
que se abrasa alborotando
una floración en carne viva