Zapalandia

Sin envidia no hay vida parece...

 

Si esa mirada de ojos latentes, profanando la envidia…

Si el egoísmo, y la maldad en pensamientos  la dejáramos de lado…

Las contestaciones irónicas, pasaran a segundo plano…

El egoísmo y la vanidad no nos invada, por razones obvias del presente…

Si el semejante fuera más distinto en lo cotidiano…

Y entre todos forjáramos una idea de vida mejor…

La pregunta de nuestra conciencia cual sería???

Cambiar o ser igual…

Por la codicia o el pecado del equivalente…

Entre costumbres distintas o realidad compartida por nuestros ojos…

Las prácticas del respeto y el deseo de bien hacia el otro donde quedaron…

La cordialidad no renace entre el vocabulario de la gente…

Como la realidad se hace esquiva ante la adversidad…

Distraídos nos volvemos al vivir o ver situaciones desagradables…

Hay una palabra que se llama “confianza” que se ha perdido entre nosotros mismos…

Debido a que???

A este mundo globalizado y su tecnología, tal vez…

La modernidad tiene escamas al ritmo lunar quizás!!!

Como las tendencias de la apetencia al prójimo…

Hay momentos en que deberíamos de resistir tantas situaciones…

Y pensar si es posible volver a predicar los valores propios…

Que nos dejaron nuestros padres, abuelos y la vida…

Y ser más sinceros con nosotros mismos y volcar…

A nuestros progenitores esa verdad de vida…

Como la sinceridad y la obligación de servir…

Al otro sin necesidad de nada a cambio…

Para resurgir en la esperanza de nuestros pensamientos...