Evandro Valladares

Disparos del instinto

Disparos del instinto. Soneto

 

Sucedió al despuntar la madrugada

que sacamos las armas de su cinto

y se oyeron disparos del instinto

con sollozos de gozo en la almohada.

 

Y fue nuestra sonrisa alborozada

la que hizo iluminar aquel recinto

que siendo el mismo, resultó distinto

por llevar la pasión a la alborada.

 

Así fuimos llegando al nuevo día

muy juntos con la paz que da el amor.

De las aves oímos  melodía

 

y aspiramos del jardín tenue olor.

Pediste de mis besos ambrosía

que dejara en tu boca... buen sabor.