Mauro Enrique Lopez Z.

Entre viento y velero

Entre vientos y veleros olas altas no
podíamos navegar, pasamos la
tormenta llegó el ocaso, seguía igual
ya veíamos puerto, que bravura la mar
y pensamos y rezabamos para
que papá Dios calme su bravura,
pero llegamos bien y con buena
pescas que días de recuerdo, que
hoy esta mi alma de buena y malas
experiencias que cuando voy a
caminar a la orillas de la playa
veo nacer el sol, mi corazón como
se alegra al ver sus olas y el barco
zarpar mi ruego lo hago en silencio
porque mis hermanos y sobrinos
quiero verlos regresar pero que
bonito es ser marinero porque
amor no le faltará...