Mis letras nacieron del alma
Rociadas por la luz de su existencia
Esperaban ser tomadas
Por aquella la musa predilecta.
Versos tan puros y sinceros
Que derrochaban amor sin reservas
Pues siempre decían te quiero
A la reina de las estrellas.
Con la esperanza de verla algún día
Y sentir el calor de sus caricias
Reflejarse en sus ojos lindos
Y conocer la mejor poesía.
Se sentían tan contentos por verle sonreír
Pues ella sembró el árbol de poeta
Lo abono con un hermoso sentir
Para dar frutos de poemas.
Pero condenados desde su creación
A perder la esperanza, a saltar en la ilusión
Negándoles el brillo de su cielo
A marchitarse por su desprecio.
Eran como niños esperando su mirada
Creyendo en cuentos de hadas
Pero era la bruja disfrazada
Cortando sus tiernas gargantas.
Ella solo les escupió
Les arranco su razón de ser
Los arrojo al abismo
Los hizo arder.
Haciéndome sentir un infierno
Arrancándome las entrañas
Mis ojos de ácido salpicados
Donde el tiempo no avanza.
Cada uno llevaba un trozo de mi alma
Mi felicidad, mis sueños, mi amor
Ahora ya no me queda nada
Más que solo tristeza y dolor.
He sentido el filo de cada lágrima
Que brota de mi herida alma
Llorando y gritando en silencio
Escribiendo aun te quiero, te quiero...
Ella cometió el crimen más perfecto
Arranco cada trozo de mi corazón
Sin sentir ningún remordimiento
Me dejo vacío sin ninguna salvación.
A ella simplemente no le importo
Ni siquiera un poco el matarme
Al contrario, tan solo se alegro
Cuando finalmente pudo sepultarme.
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