Es increíble
como se denigra el ser humano
con la corrupción,
reduciendo a unas pocas monedas su dignidad.
Los altos funcionarios, congresistas, jueces y demás
se dejan comprar por unos billetes malsanos,
¡Quieren negociar por lo bajo, engañar, adulterar!
No pesa nada la honestidad, el respeto.
solo quieren engrosar sus billeteras,
corrompiendo.
Corrupto es el que da el dinero
corrupto también el que recibe.
El mundo está de cabeza
necesitamos una luz de honestidad;
hombres probos que enseñen
a ganarse limpiamente el pan.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados