Como tu no existen dos
pues tu forma angelical
es un regalo especial
de la grandeza de Dios.
Embriagado con tu voz
cual templario tras el grial,
buscando miel celestial
voy de tus labios en pos.
Será mi dicha sentir
tus aromas de clavel
en mi lecho al despertar.
Porque es mi sueño vivir
acariciando tu piel
que siempre me hace soñar.
Autor: Aníbal Rodríguez.