Me he convertido en fantasma entre los telones de la vida
Una existencia acumulando incredulidades, olvidando gestos y afectos
Y despierto entre soledades, entre el frío y los recuerdos
Con un deseo perverso de lanzarme libre a los brazos del viento
Hoy en la hora inmediata después de la espera
Me encuentro sin tiempo, sin mujer ni azucenas
Mi luna está solitaria en la inmensidad de la noche
Ha perdido su voz, ha fallecido su verbo
Vuelvo al gesto primero, al que descubrió la unción de tu cuerpo
Vuelvo al pecho de abrigo, que aprisiono mi sonrisa
¿Acaso el beso y la arena tienen de nuevo su tiempo?
¿Acaso el camino desierto revivirá mi alegría?
Desnudo mi alma ante el viento para viajar a tu encuentro
Alumbró la noche desierta llenando de mieles mi boca inerme
Envuelvo en mi cobijo de espera, el mar infinito y su aullido de niño
Proscribo de mis años caducos el olvido perverso y el tedio asesino
Espero el final del poema junto al canto del ave
Ansio el calor de tus labios para encender nuestra hoguera
Entrego en tus manos de ángel mi inocencia primera
Y juntos al final de este viaje uniremos el cuerpo, el tiempo, el viento, el mar y la arena