Elisa es

¡Al fin perteneces!

Los sonidos son mi hogar, mi refugio,

Mi consuelo y mi cueva de vez en cuando.

La danza muchas veces se transforma en una nave, y en esa nave, mi nave, sin darme cuenta despego.

La lluvia es mi amiga sincera, que descubre mi verdadera piel y mi más honesta cara. 

En estos vientos vuelo y en estos vientos he de regresar, a mi pequeña y discreta forma que camina y camina sin cesar. 

Aquí en el rincón de los adentros, en el desvelo desmedido de colores inquietos, aquí donde la nada es todo y cuanto quiero, siento, que pertenezco. 

Soy mi casa, bievenidos...