Cualquiera sentiría al ver
Tus ojos oscuros
Y de seguro sin entender
Porque les invade el oprobio
que los rientes ojos negros
Esconden herméticos la beldad de tu ser.
¿Qué saben ellos de belleza?
Si no comprenden que
Tus cabellos tersos
Bañan la selva y sus raudales.
¿Qué saben ellos de ti?
Ellos, de piel sin alma
Mientras tú, mujer diáfana
Espoleas los cantos de los pájaros.
¿Ellos qué pueden decir?
Menguados ante el iridiscente valle
Si no te vieron el día que de los talleres de dioses
¡Naciste!
Para que tu belleza rija los cielos de númenes.
Ellos sólo pueden limitarse….
A nimiedades, y vituperar
Llamándote india.
II
Tú, mujer, a la que llaman india,
Por tu piel hosca, por ser hija del silencio
Sin saber que, en ti, como la tierra
Nace esa poesía que inundan
Los senderos edénicos, vírgenes.
¿Qué saben ellos de colores?
Sí no pueden ver tu
Encendido rostro,
Ruborizado
Cuando el sol se muere.
¿Qué saben ellos de líneas?
Sí todo es euritmia en ti
Si el arco de tus cejas,
Guardan el plenilunio
Si las delicadas líneas
Destacan la flor roja de tus labios.
¿Ellos qué pueden notar?
Si no advierten, que
Tu cuerpo es una fragancia
bañada con agua de nenúfares.
Alborozada sonríes, con delicada mirada
hija del sol, de la luna, de las estrellas, de qué se yo;
¡Qué te llamen india!
Que te digan como quieran
Pero
¿Qué saben ellos?
si nunca sintieron lo que sentí cuando te vi sonreír sublime mujer.