Yamila Valenzuela

Luz y oscuridad (realidades)

 

 

 

Ella sentía que tenía muchas pieles

unas muy suaves, y otras, tiesas como rieles

las suaves, eran como plumaje de aves

las tiesas, como un manojo de llaves.

 

Eran sus pieles alegres como el canto de la cigarra

también como el dolor que desgarra el alma

eran de selva, como el verde esperanza

habitando en ellas unas negras manchas.

 

En ellas se palpaba la ternura del amor

aunque se sentían sus risas amargas

se podía encontrar el más suave algodón

pero a las buenas energías se chupaban.

 

Eran muchas pieles con sueños en los poros

pero a las grandes sonrisas desviaban

algunas veces brillaban tanto como el oro

luego se opacaban, con las maldades que las colmaban.

 

Pieles que deseaban un gran sosiego

Pero no lo conseguían por más que se esforzaban

Aun teniendo en su interior un tibio brasero

No encuentran el camino que a la paz avala.

 

Son pieles de ilusiones, amor y esperanza

pero también llevan una profunda tristeza

no permitiéndoles ver salir el sol cada mañana…

Pieles que no saben cernir del amor la desesperanza.

 

Yamila.