Moliner Vallés

Los cuadros de tu ventana

El cántaro del labio;

la casa que luce, que vive, que grita la llama.

Esparce tu claro la vasta nube, 

la hierba muerde y se enreda, 

sube al pecho y ejerce la fuerza de sus tejidos contra el costado; constriñe. 

En el pecho la cárcel, en el pecho el beso. 

También el ventanal. 

 

Fatiga en mi huella, en las riendas de mis ropajes. 

Mis venas ya no las riega el agua; 

el veneno esparce. 

Pero tú ensanchas la vereda, 

clareas el raso si la nube sale al paso. 

Sacudes el frente. 

Soplas el bosque. 

Amas el viento. 

Enfrías el tacto y lo duermes. 

Levitas la realidad en pos de estar. 

 

Duerme, duerme. 

Muerdes al hueso. 

Despierto, acudo. 

Fragmentado me alzo y salto. Vacío. 

 

Beso, beso. 

Tu cántaro es beso que llena, que llama. 

Ventana y cárcel.