Alexander Vortice

EXQUISITO LEGADO

Permíteme no perder de vista tu faz

y enseguida pereceré a consecuencia del témpano.

 

Lentamente, como siempre, consiénteme

sustentar lo indolente y desplazarlo hacia la vida

que las manos fuliginosas no nos dejaron vivir.

Apruébame el poder agonizar y revivir con vigor

de espectro inexperto, déjame el ambiente

del pecado ensangrentado en la frente

y me batiré en duelo con los demonios

que desvalijaron y violaron la inadaptación

de tus elegantes manos.

 

Deséame suerte y permite que el monstruoso

homicidio de la conciencia sea un exquisito legado

que subsistirá por los siglos de los siglos.