Fuiste grande entre los pequeños,
y los pequeños por los que luchaste…
¡te hicieron grande!
como grande fue tu corazón con la esperanza,
aquella que almacena amor venido del alma,
alma grande que con empeño,
empuñó la bandera de libertad con templanza,
que cruzó montañas, caminos y laderas,
sin importar siquiera,
que la vida fuera esquilmada,
de anocheceres fríos,
de amaneceres cálidos,
o sombríos.
Fuiste ejemplo gigante en la lucha,
de incólume pensamiento libertario,
de ese que en el firmamento se cierne,
con estrellas luminosas para siempre,
porque tu autoridad fue lo más elocuente,
por la base que la sustentó perenne,
tus principios y valores de lucha,
siempre fueron consecuentes;
y hará que en la memoria vivas,
como un luchador social,
como revolucionario valiente,
como faro en la oscuridad aún presente,
con tus ideas, tus escritos y ejemplo,
contra los que escarmientan con su poder,
a los marginados y explotados,
que con pujanza en la lucha,
¡Serán liberados!