Amo la sensibilidad del poeta,
la lealtad del amigo,
la fe del que forja un camino
para alcanzar su meta.
Amo el consuelo y cariño
del abrazo de una madre,
la libertad de las aves
y la alegría de un niño.
Amo la fuerza del enfermo
que aún lucha por su vida,
y la promesa cumplida
de quien juró amor eterno.
Amo el gesto generoso
de aquel que brinda su abrigo,
amo el perdón divino
del Dios todo poderoso.
Y otras cosas que callamos,
que, aunque escribirlas quisiera
no caben en un poema
todas las cosas que amo.