Y una multitud vino hacia mí
Nadie habló
Solo me miraban
Tenían ojos de dolor
Y cuepos apagados
Me convertían en sombra
Me convertían en frío
No dijeron nada
Algo me ayudó
No era luz
No era dios
No era nadie
Era yo,
Era yo
En este infierno blanco
En este infierno cálido.