Doblando la esquina me ví sorprendido,
Su belleza era tal, que quedé aturdido,
Su pelo rojizo, cuál sol que se marcha,
Mirada expresiva y su sonrisa franca.
Su tez, una luna sumamente blanca
Dónde dos luceros su luz regalaban.
Al tenerla enfrente de mi paso lento
No supe que hacer, pero un dulce \"hola\"
Surgió de sus labios, y el brillo en sus ojos
Me hizo estremecer.
Apenas un \"hola\" en eco nervioso
Nació de mi boca, trémula y reseca.
Ahora o nunca dije a mis adentros
Y volví mi paso en pos de los suyos,
Le pedí permiso para acompañarle
Y me dijo \"vamos\", aunque he de decirte
Que has ido conmigo, me acompañas siempre.
Le dije: no entiendo, no le conocía.
Respondió: fué breve el encuentro, hace muchos días,
Pero desde entonces un sentir intenso
Sembraste en mi alma, desde aquel momento
En pos de tus huellas con amor transito.
Le tomé las manos, le dije: perdón,
Es que yo no entiendo cómo fuí tan torpe,
Tan ciego, que no pude verle.
Le besé las manos con beso devoto,
Le miré a los ojos, me acerqué a su boca
Y la degusté cuál fresa madura,
Suspiró profundo, me abrace a su pecho
Y aquella tarde se quedó en mi lecho.
Pasaron las horas, no sé cuántas fueron
Pero parecieron el cielo y la gloria.
Fue una paz tan grande que inundó mi vida
Después que fue mía, y caí profundo,
El dulce letargo me privó del mundo.
El frío de la noche y mi cuerpo desnudo
Provocaron buscara el calor humano
Del sinuoso cuerpo de aquella dama,
Brinqué de mi cama, pues ella no estaba.
Me vestí de prisa, me asomé a la acera,
Y la ví, su andar cadencioso de mi se alejaba
Y corrí de prisa queriendo alcanzarla,
Tristeza la mía!!!
La perdí a la vuelta de la misma esquina.
Se fué y ahora no se dónde encontrarla,
Quien era? No sé, acaso fue un ángel
Que vino a la tierra a aliviar mi pena?
O acaso camina en esquina extraña
Mintiéndole a alguien, diciendo que ama?
Mi alma la implora, mi vida la extraña.
(VOZDETRUENO)