Y me despertó el olvido
cuando fui el sueño
de un tenue espejo
muerto de silencios
el bosque carnal del ángel
verdor hipnótico
de la música impura de sus alas
olfato del horizonte
donde el agua siniestra
caza marchita
sobre el primer color de la brisa
piedad original del aire
en el ayer profundo
de la salvaje ceniza del edén