Pablo R.

MOTEL

 

El cuarto en penumbras,

teñido de rojo,

dos cuerpos desnudos

que apenas se vislumbran

en un paisaje marciano

de sábanas húmedas

de salados sudores

y jadeos profanos.

 

Una bandada de palomas

revolotea aún bajo el cielo raso,

mientras en el aire,

aún perdura el fragor del sexo,

suave penetración y naufragio

en el mar del ansia,

enérgico frenesí,

el de tus caderas

y mis ganas.

 

Yaces aún agitada

mientras mis manos,

ávidas manos,

sujetan, aprietan y exploran,

la nieve de una piel

pintada de escarlata,

y se aferran al volcán de tu pecho,

escalan tu ardiente monte

o se hunden en la laguna,

de néctar, espuma y lava.

 

El cuarto en penumbras,

teñido de rojo,

el tiempo que vuela,

un teléfono llama,

es hora de irnos;

y aún de ti tengo ganas.

 

 

-. PaR

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26012020