Matias 01

Bálsamo

Desciendes a lo más difícil de mí,

desde no sé dónde,

desde el silencio

hasta la memoria de la piel

que perdura más;

Atrapada entre mis versos

pernoctas siempre en mi hondo deseo;

 

¡Aquí ya no vive nadie!

Solo las huellas y los ecos

se multiplican y prenden un afilado fuego

para cortar este frío de muerte;

La luna es un gran ojo

que trae tu rostro empapada

de horas calientes

cada vez que la soledad se siente libre

en este lugar.

 

¡Que me lleve quien me hizo esto!

Quien te llenó de gracia

y quien a mí de figura gótica

con olor a llanto;

Que más queda sino el hambre desnudo

y el aire seco

con sus palabras de amor.

¡Algún día subiré para verte!

¡Y solo entonces de alegría lloraré!