Si yo muero primero que usted madre,
No compre pañuelos, ni vestidos negros,
no me compre ataúd,
ni me vista de blanco,
que mi cuerpo desnudo sea cremado,
y sus cenizas se esparzan por el viento.
Si muero primero que usted madre,
no cubra mi cuerpo con su llanto,
ni le pida al cielo que la lleve conmigo
o me devuelva la vida.
Si muero primero que usted madre mía,
que no sufra tanto el dolor de mi partida,
que no vayan curiosos,
a ver después que se pierde un hijo,
que es lo que se siente,
Solo usted, mi hijo, los amigos y la familia.
Si muero primero que usted,
que en un pedazo de tierra santa,
coloquen una cruz
y siembren rosas rojas.
Si muero primero que usted madre querida,
que se cierre su herida
y no se abra con el tiempo,
que no esconda la sonrisa a la vida,
si muero primero que usted madre,
visíteme solo el día de mi cumpleaños
y riegue las rosas rojas que ya tienen espinas
y así madre mía,
estará regando un poco de mi vida,
lleve a mi hijo pero no llore ante él,
cántenos una canción de cuna
y mi sueño se hará un poco más profundo.
Si yo muero primero que usted madre
y no me despido, perdóneme
y déme su bendición, aunque ya haya partido.
Si muero antes que usted,
tómeme las manos y la de mi hijo
y dígale que lo quiero mucho
aunque ya se me haya acabado la vida,
úntelo de mi alegría
y usted madre, cierre ya su herida.
Si muero primero que usted,
Vístame de rosas,
Vístame de cielo,
Vístame de vida.