A esta altura del desvelo
Tu cuerpo no es más
Que el resabio de mi deseo.
El perfume se evapora del frasco:
Pocas cosas pueden contener lo tenue
De tus sigilosas insinuaciones.
Como emancipándose del tiempo,
Llevo una mirada tuya
Tatuada en el lado B de mis párpados.
Rabiosa soledad de cama para uno,
La barca del sueño que se anega rítmica.
No puedo ser más que las manos
Que no te tocan.