Un beso es un abrazo del Alma ilusionada,
Y una caricia en tus cabellos es un halo de viento enamorado,
Una mirada de amor es una gota de rocío sobre una Dalia,
Y un te quiero es un arrullo del cielo en el centro de mi corazón.
Una mirada tuya es como un rezo sobre el rosario de mi Alma,
Y tus sonrisas son como el almíbar sobre limón verde y muy fresco,
Y la piel de tus manos es como el terciopelo de una tela virgen,
Donde se abrigan mis secretos al mirarte enamorado y muy de lejos.
Me pregunto a veces si alejarme de tu lado puedo,
Y pretendo iluso olvidar que has andado por mi camino,
Cuando ilusionado trato de abrazar la sombra que dejaste,
En el camino de mi vera bajo el fresco sombrear de mi amorío.
Trato de recordar el aroma a flores que has dejado por aquí regado,
Y se ha perdido entre tanta palabra y fruslería,
Y es que una rosa ha cambiado el color y sus aromas,
Por el brillo de tus labios, convertido en piedra fina.
Déjame abrazarte bajo la sombra del árbol que has olvidado,
Y quizás decirte que te amo en medio de la noche y sin testigos,
Déjame sentarte sobre mis piernas bajo el postigo,
Cuando en las noches agobie intenso, el calor que se ha dormido,
Y tú amor respire, de este humilde corazón tan mío.
A veces te imagino abrazada a mi pecho y apagando tus sentidos,
Dormitando en silencio y esperando de mi abrigo,
A veces te pienso a lo lejos y en ¿Por qué no estás conmigo?
Si dejo mi puerta entreabierta para que duermas en mi cama,
Junto al lado mío.
Un beso es un abrazo del Alma... enamorada y convencida,
Y un suspiro de tu pecho es un arrullo del cielo que canta sobre el mío,
Un cabello tuyo sobre mi frente, es un cardo virgen que acaricia mi juramento.
Porque Te Amo… en este silencio cómplice que es mi testigo,
De este Amor que te siento… cada vez que te respiro.