Mael Lorens

Soy un Bardo dueño de este Castillo

 

¿ Que interés puedo tener yo un viejo Bardo dueño de este Castillo, para que alguien llamé a mi puerta a las tres de la madrugada, en una noche oscura y fría que nadie en sus cabales   hasta aquí, ni a ningún sitio vendría ?

¿ No serás un Ángel que Dios envía ?

¿ Qué mensaje traes que es tan urgente ?

Espero que esa carta que portas, traiga buenas nuevas
y no malas noticias, pues temo que si es así, os rogaría
que urgentemente os fuerais de mi presencia, y aunque
yo sea un Bardo Poeta, puedo ser un asesino sin escrúpulos
en potencia.

En mi soledad es elegida, lejos de todos y de ese Mundo
que no entiendo y está ahí fuera, a mi manera soy muy feliz , vivo aquí en mi pequeño Castillo, alejado de cualquier compañía, pues si la quiero solo tengo que acercarme a cualquier esquina de la ciudad, y comprando su amistad,
no su alma, ni sus penas, por unas horas, puedo si quiero charlar, no me hará falta de ninguna manera nada más .

De vez en cuando bajó a mis calabozos, y allí imparto Justicia con los Pecados que llevo dentro, pues no soy un santo, pero soy el señor del Castillo y procuro impartir y cumplir penitencia, pues me convierto en Juez y parte, para que se cumplan las leyes que aquí se exigen y son muy sencillas, cierta moral buen comportamiento y decencia.

Así que a ti te digo, mensajero de Dios, que si traes buenas
nuevas, serás recompensado con ricos manjares y abundante
Vino para que puedas alegrar tu Espíritu, después de haber recorrido el camino que hasta aquí te ha traído.

Pero si por lo contrario, traes algo que no sea de mi agrado, tienes dos opciones, o Irte Presto, o si eres Insensato y por
aquí te quedas merodeando, en cuanto abra este sobre que
me entregas, corres el riesgo de quedarte sin alas y sin cabeza
Ipso facto, lo digo, para que lo sepas.

Tenéis pues, vuestro destino en vuestras manos, si ya sabéis algo de lo que en este sobre dice, alzar el vuelo y no desafiéis
a este Bardo, que solo pide Paz, una pluma y un Pergamino,
nada más pido al destino.

Así que pensándolo mejor, será mejor iros, que no abriré este sobre, decírselo a Dios, que hoy fue vuestro día de suerte, y no quiero, ni me interesa saber que día vendrá a visitarme la muerte, un favor más os pediré antes de partir, decirle también que no quiero más noticias del Cielo, que nunca más mande otro mensajero, no quiero saber nada ni de la tierra, ni del Cielo, que para bien o para mal, yo solo quiero vivir tranquilo, y que cuando yo haya partido, que haga lo que quiera con mi alma y con mi Castillo.

Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor 28/01/2020