De oro y de nieve, como una bella margarita
así tú eres, y la suave cara de amapola,
los glaucos ojos y el semblante como aureola
de una apolínea imagen de Venus Afrodita.
Eres llena de gracia, como un alma bendita,
eres de las esplendentes flores la corola,
eres de la mar el eco en la caracola,
eres entre todas las rosas la más bonita.
Tu belleza obnubila a la de los querubines,
en este flébil valle no tienes otra igual,
tu beldad es el símbolo de la perfección.
Eres la reina de los célicos serafines
que cantan tu hermosura en la esfera celestial,
eres de todos ellos su suma admiración.
Suspiros y sueños de amor